Conflictos ambientales y espacios para el diálogo en Colombia, Perú y Chile

Colombia:

La Resolución 2035 de 2018 creó los centros regionales de diálogo ambiental. En dicha resolución se ofrece la siguiente definición de los conflictos ambientales: "tensiones, desacuerdos o confrontaciones respecto al acceso, uso, manejo y protección de la biodiversidad, sus servicios ecosistémico; la distribución de sus beneficios; la implementación normativa y el acceso o desconocimiento de información ambienta". Y esta es la descripción de los centros regionales de diálogo ambiental: "instancias de facilitación, articulación, participación, cooperación y reflexión para la identificación, priorización y discusión de los conflictos ambientales en el nivel regional...Los pilares para la gestión de dichos centros regionales serán: gestión del conocimiento, acceso a la información y la participación. Es muy reciente la creación de los centros regionales y no está exenta de ciertas críticas en cuanto a su perspectiva. 

Perú:
Las Mesas de Diálogo.

"La Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS), anclada en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) ha utilizado principalmente las “Mesas de Diálogo” como instrumento para responder a un conflicto social que ha escalado y ha hecho crisis. En ellas, busca (re)construir un clima de confianza entre los actores y alcanzar acuerdos que desactiven la disputa. Uno de los casos más emblemáticos es el de la Mesa de Diálogo de la Provincia de Espina".

Chile:

Diálogos Ambientales. Proyecto dependiente del Ministerio Secretaría General de Gobierno, que contemplaba la realización de cinco Diálogos Ambientales a lo largo del país.

Estos son solo unos ejemplos. En ellos se puede apreciar que avanzar en el campo del diálogo, la participación y la mediación ambiental, más allá del puro gesto, es muy complejo y requiere no sólo de la creación de estos espacios sino que precisa de la habilitación de recursos administrativos suficientes, tener la voluntad política de llegar hasta sus últimas consecuencias en el proceso participativo y, por supuesto, una sociedad civil organizada con capacidad y posibilidad de expresar sus intereses y necesidades. Otro aspecto interesante a tener en cuenta es el carácter de estos foros, si son meramente consultivos o bien pueden alcanzarse acuerdos vinculantes, así como la independencia de los profesionales encargados de la facilitación de los procesos.