Esta alianza sólo se comprende explicando lo que entendemos por mediadores naturales y señalando lo que significa tener una mirada mediadora:
-Personas que ante un determinado conflicto
ambiental buscan los intermediarios más idóneos para manejarlo adecuadamente; a nivel personal o de organizaciones sociales (ambientalistas o no).
-Profesionales con
actitud negociadora.
-Autoridades locales con voluntad política de manejar
los conflictos de forma dialogada; no suelen abundar pero existir, exiten.
-Personas que – al ser buscadas por los implicados en
un determinado conflicto ambiental- prestan su tiempo para escuchar la
problemática y aportan puntos de vista y consejos a las
distintas partes.
Pueden ser:
Miembros de organizaciones ecologistas
(ambientalistas).
Educadores ambientales.
Agentes de desarrollo local.
Técnicos ambientales.
Autoridades locales, responsables de las áreas de
medioambiente.
Voluntarios ambientales.
Jueces de paz, miembros de asociaciones ciudadanas reconocidas entre la población.
Forestales/Brigadistas anti incendios/guardas
medioambientales....
Esta mirada mediadora/negociadora aporta:
Un nuevo marco, escenario, espacio, en el que las partes en conflicto pueden reconocerse, encontrarse cara a cara y afrontar sus diferencias.
Madurez social y capacidad de gestionar sus propios conflictos.
Independencia.
Reequilibrio de fuerzas.
Hacer valer los valores medioambientales -más allá de
los intereses entre las partes.
Todos estos elementos sustentan, según nuestras investigaciones, la necesaria alianza entre educadores y mediadores ambientales.
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