Primero diferenciamos si podemos realizar un proceso de mediación estructurado o podemos aplicar técnicas e instrumentos de la mediación fuera del proceso. Al ser, habitualmente, conflictos multi-actores, en los que se requiere la voluntariedad de todas las partes y en los que las distintas administraciones suelen estar implicadas, en muchos casos tenemos que desestimar el empleo de la mediación dentro de un proceso propiamente dicho y abordar el conflicto aplicando técnicas e instrumentos de la mediación.
Para ello son muchas las cuestiones que tenemos en cuenta.
Ante un determinado conflicto, un primer elemento es preguntarnos si es abordable desde la mediación. Desde la mediación y la gestión del conflicto difícilmente podemos abordar problemáticas ambientales, precisamos un conflicto definido y manifiesto, que se de en un espacio concreto, en el que pueden identificarse las partes implicadas, y en el que hay disponibilidad del bien en cuestión.
Si se dan las condiciones necesarias podemos abrir un proceso de mediación o podemos abordar el conflicto, como hemos señalado, empleando técnicas y herramientas de mediación.
Podemos, también, encontrarnos con la situación de que el conflicto en su totalidad no pueda ser abordado desde la mediación pero sí identificamos partes del mismo que reúnen las condiciones de mediabilidad.
A partir de este momento se abren nuevas preguntas:
¿En qué fase o etapa está el conflicto? ¿Quiénes tienen interés en hacer manifiesto el conflicto?
1.- Hay un malestar manifiesto y las partes se están organizando o bien están organizadas y hacen explícito su malestar en diversas acciones.
2.- Estamos en una fase de escalada y las partes que viven el conflicto como una amenaza no encuentran interlocución válida a la hora de encontrar posibles salidas al conflicto.
3.-Se han realizado denuncias pública y se han realizado gestiones para el empleo de alguna vía en sede judicial.
En cada uno de los estadios se abren escenarios para estudiar, en cada caso, las potencialidades de la mediación en el abordaje del conflicto.
¿Qué técnicas puede aportar una perspectiva mediadora con el estudio de los indicadores de mediabilidad de conflictos?
La persona mediadora ha desarrollado habilidades para el empleo de técnicas como: el arte de preguntar, la reformulación de los términos del conflicto más allá de como ha sido descrito por las partes, visibilizar las connotaciones positivas que encuentra en el mismo, legitimar los intereses de las partes. la recontextualización del mismo, parafraseo, presentar resúmenes, abrir espacios de reflexión, trabajar en la construcción de una historia alternativa, generar mesas de diálogo y, en su caso, abrir procesos de mediación.
En próxima entrada nos adentraremos en la especificidad de mediar cuando una de las partes es una administración pública, potencial y perspectivas. Los caminos no están cerrados, la gobernanza nos asiste.
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