No, no nos hemos olvidado.
Nos recordáis el compromiso de seguir
relatando sobre la entrevista en el Tribunal de las Aguas y aquí van
algunas cuestiones destacables:
El Tribunal de las Aguas es un
Tribunal y como tal emite sentencias. La labor negociadora se realiza antes y después. Cuando un caso llega al Tribunal de las Aguas ya
ha pasado por un interesante proceso de negociación. Normalmente lo hacen las partes en conflicto ayudadas
por el síndico de la acequia, que suele actuar como mediador.
También hay negociaciones posteriormente a la sentencia: una ver determinado quien es el culpable se establece la cantidad con la que restaurar el daño infringido. Esta cantidad y su modo de efectuarlo puede estar sujeta a negociación e incluso a nuevos peritajes.
También hay negociaciones posteriormente a la sentencia: una ver determinado quien es el culpable se establece la cantidad con la que restaurar el daño infringido. Esta cantidad y su modo de efectuarlo puede estar sujeta a negociación e incluso a nuevos peritajes.
El Tribunal de las Aguas ha sabido
permanecer a través del tiempo. Sin perder su esencia ha sabido
adaptarse a los grandes cambios sociales de más de un milenio. Ha
mantenido su pertinencia y adecuación a la problemática del
momento. Las Ordenanzas son instrumentos vivos que se han sabido
adecuar a los tiempos; los guardas, síndicos y las
Comunidades de Regantes no han dejado de estar cerca de los problemas
y prestos a encontrar respuestas acordes.
La gestión sobre conflictos
relacionados con el agua desmonta muchas teorías que hablan de que
la mediación sólo es pertinente con temas no fundamentales, solo
para cuestiones menores (infracciones leves, dicen algunos).
Recordamos aquí que el Tribunal de las Aguas gestiona un recurso
fundamental para la vida humana.
La rapidez y la publicidad son dos
temas que se nos han mostrado también como interesantes de destacar. El síndico de
la acequia de Mestalla nos comentaba -en la entrevista- que muchos
casos se han resuelto minutos antes de celebrarse el juicio. Dar la
cara, tener que escuchar públicamente que uno es condenado -para
gentes con dignidad y sentido común- es motivo suficiente para que
muchos inculpados reconozcan su infracción antes del juicio (además
tienen la certeza de que así será, no tienen escapatoria ni
posibilidad de recurrir la sentencia).
Os recordamos que algunas de nuestras propuestas para la puesta en marcha de servicios de mediación ambiental van en línea con las lecciones que
nos da el Tribunal de las Aguas; también la búsqueda de los mediadores naturales de nuestra cultura.
Y nos despedimos dejando un enlace que
seguro os interesa; probablemente los mediadores naturales (en
la Comunitat Valenciana) sean los acequieros, administradores del
agua que circula por nuestras acequias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario