POST 2. El relato
de las partes.
Casa rural con fondo de antena de telefonía móvil |
En el caso práctico
que analizamos la negociación no ha sido fructífera, el ruido persiste y se han
empleado muchas horas y desplazamientos en reuniones, escritos, pero el conflicto
persiste. El grupo de damnificados resuelve iniciar un proceso de mediación.
No descartan la
vía judicial pero saben que por esta vía los tiempos pueden ser de un mínimo
de 5 años.
La mediadora
mantiene una comunicación con las partes. Este es el resumen del relato:
El grupo de damnificados expone que han pasado varios meses desde que presentaron la queja en el Ayuntamiento y el grupo electrógeno sigue emitiendo
un ruido persistente, con importantes vibraciones, día y noche, que consideran
insoportable. El malestar ha aumentado. El grupo de vecinos siente que sus
quejas no han sido atendidas. Desconfían de las gestiones que está realizando
el ayuntamiento porque en ningún momento se le han notificado con claridad y
precisión; consideran que el Ayuntamiento –a través de su concejal de medio
ambiente que es quien les ha recibido en un par de ocasiones- les hace
exposiciones confusas, contradictorias y dilatorias- no les responde y engaña.
También desconfían de la capacidad del Ayuntamiento de negociar el conflicto
con la empresa. Sienten que la corporación local no tiene nivel de
interlocución, se siente impotente frente a la empresa y no tiene capacidad de
representar a los ciudadanos en su demanda.
Por su lado el Ayuntamiento –en la voz del concejal
que se ha reunido con los ciudadanos- se disculpa de no haber respondido por
escrito, pero alega que nunca ha dejado de atender a los damnificados cuando estos
han solicitado una entrevista. Explica que se ha tomado la molestia de
acercarse hasta el lugar donde está instalado el grupo electrógeno y ha comprobado
que efectivamente hace un ruido muy molesto y así lo ha comunicado al
Ayuntamiento y notificarán a la empresa; que han tomado las medidas que
consideran que deben tomar y han pasando por Junta de Gobierno el caso y que
notificarán –sin más precisión- a la empresa. Según ellos han hecho lo que
tenían que hacer y no precisan de Mediación. Por último expresan que se sienten
acosado por los ciudadanos que no dejan de enviar escritos y solicitar
entrevistas.
La empresa. Se muestra desconocedora de las molestias vecinales por ruido. Meses
después de la primera queja la empresa no tiene notificación alguna por parte
del Ayuntamiento. Al menos así lo manifiesta.
Dado lo infructuoso
de abrir un proceso de mediación, debido a la negativa del Ayuntamiento, los
vecinos delegan en una mediadora la continuidad de la gestión del conflicto y el
abrir nuevas vías de diálogo.
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